Palabras pronunciadas por la reconocida escritora y periodista María Luisa "La China" Mendoza al inaugurar la Exposición del Maestro guanajuatense Gorki González dedicada, en homenaje póstumo, al Embajador Jesús Cabrera Muñoz Ledo. La ceremonia se llevó a cabo en la Galería FONART, en la Ciudad de México, el 3 de julio de 2003.
 

Un gran señor. Un guanajuatense como eran los de antes. A su patriotismo se añadía su buena educación, su don de gentes, su trato suave, y la cultura, el empeño en hacernos mejores a nosotros los de afuera. Siempre, las pocas oportunidades que tuve de tratarlo, apenitas, sentí que estaba ante un hombre de a deveras y además un pariente de muchas maneras. Buenas maneras. Don Jesús Cabrera Muñoz Ledo fue excepcional.

Tengo ante mí su currículum, es tan extenso como su vida misma entregada al cumplimiento del deber aún estando lejos de su patria: en Costa Rica, Brasil, Egipto, Australia, Nueva Zelanda, Fidji. En Siria, Jordania y Sudán, viviendo él en El Cairo. Su trabajo pues, tal embajador y llevando el credo inatacable de nuestra política exterior. Su representación de México ante las Naciones Unidas es memorable. En la UNESCO. Don Jesús también representó a nuestro Estado en el Senado de la República siendo presidente de La Comisión de Relaciones Exteriores. Su voz se elevó sin claudicación en la defensa de nuestra soberanía y de los derechos humanos, respetando las leyes y de tal forma a la Constitución.

Es absolutamente imposible dejar aquí en el papel y a expensas del tiempo y el espacio, el enorme trabajo realizado por Don Jesús, las muchas fundaciones de institutos culturales, al grado de elevar la cultura a la jerarquía de instrumento relevante para solidificar la participación real del país en la promoción activa de las relaciones bilaterales y en los foros y organismos multilaterales de alcance regional o universal.

Su nombre resalta en múltiples hechos y acciones en favor de México. Buen orador, supo señalar los peligros eminentes al permitir la intromisión cualquiera en la idea de soberanía sostenida por el Embajador en todos los paises donde contribuyó a la impecabilidad antigua e importantísima de nuestra politica exterior hoy víctima de contradicciones y desfiguros inclinados al precipicio de la traición. Don Jesús no lo hubiera permitido.

Esa actitud de gran mexicano de antes, de ilustre guanajuatense culto, se refleja en sus contribuciones en bien de la Nación fundando en San Antonio Texas, el Instituto Mexicano de Cultura, el cual he visitado recientemente en su vogar a toda vela de gran estilo y logro. Estableció en Sao Paulo la primera librería del Fondo de Cultura Económica. Propició los honores merecidos en ensayos sobre Alfonso Reyes, López Velarde y Fuentes. En este terreno del saber y la inteligencia Don Jesus apoyó a músicos de la talla de Luis Herrera de la Fuente, Carlos Prieto, Henry Szering, Jiménez Mabarak, Eduardo Mata y Jorge Federico Osorio. Viajó con Juan Rulfo a varios países de Sud América para promover el Segundo Congreso Panamericano de Escritores. Igualmente Don Jesús se distinguió tal contrafuerte de gente de teatro y del teatro mismo. Por ello se le eligió Presidente del Comité Interamericano de Cultura, camino aprovechado por Don Jesús para resaltar la labor artesanal y la restauración de bienes culturales. Todo esto acrecentó su cercanía amistosa con el artista más renombrado en la cerámica mexicana, rescatador de técnicas ancestrales para construir la belleza, el guanajuatense por derecho propio: Gorky González.

Maestro emérito, Don Jesús no dejó de lado la enseñanza, allí están las memorias de El Colegio de México. No puedo dejar pasar su empeño y generosidad por ayudar a mexicanos y extranjeros con el respaldo de becas; las ya famosas denominadas "Becas Lincoln-Juárez" llevan y traen a nacionales repectivos en la cívica misericordia de poder estudiar aún careciendo de un sólo centavo. La "Beca Hidalgo" se debe a su autoría, destinada a historiadores franceses, y "Cien Becarios a Japón".

No hay sorpresa al encontrarnos con sus últimas gestiones culturales: Don Jesús presidió la Fundación "Quehacer por Guanajuato". No quiso quitar nunca el dedo del renglón educativo y cultural. Su vida no tiene tacha. La mejor de las vidas al servicio de los demás. Digna, limpia, diamantina.